viernes, mayo 23, 2008

Amor, Mujeres y algo más...

Fragmento....
Caminé como en el aire, escuchaba el sonido de los autos pasar, las personas hablar a mi alrededor, pero no asimilaba nada, sufría...quería correr, esconderme en una cueva obscura, silenciosa y poder gritar, desahogarme...pregunté dónde estoy, qué he hecho con mi vida, por qué me siento así?...un silencio total, no encontré respuesta, un gran vacío invadió mi cuerpo, mi mente, mi alma.
De repente escuche mi voz interna, esa voz silenciosa, que siempre trataba de calmarme, de hacerme reaccionar, ahora me gritaba, me hablaba fuerte, me decía que debía llorar, que debía sacar todo lo que llevaba dentro y no me permitía avanzar...yo no quería escucharla..quería que también se fuera y me dejara sola...solo quería eso, estar sola en silencio, pero esa voz nunca me deja, así que le hice caso y lloré, lloré tanto sin importar si había gente a mi alrededor, las lágrimas inundaban mis ojos, no podía detenerme, pensé que había llegado mi fin, jamás dejaría de hacerlo.
Me culpaba a mi misma, estaba llena de reproches, de inseguridades y me dolía mucho más porque pensaba que sabía quien era, que tenía la rienda de mi vida y ahora me encontraba en una situación desconocida, no sabía quién era, no sabía que quería, no tenía la menor idea a dónde iba y me asusté, porque ya no tenía el control, porque había perdido el rumbo de mi vida, porque me encontraba viajando en un globo de helio sin rumbo fijo. Con los ojos inflamados de tanto llorar seguí caminando, en un momento atrás me dolían los pies, en ese instante ya no tenía sensación...seguí andando sin rumbo, recordando cada cosa y buscando respuestas que nunca iba a encontrar.
Debía hallar mi destino y precisamente lo estaba viviendo y me dolía aceptarlo, no lo asimilaba porque estaba cansada de perder y de consolarme ante la pérdida diciéndome "todo pasa por un por qué" "todo tiene una razón de ser", esos porqués, esas razones de ser me desesperaban, por qué no entendía la razón de por qué quería siempre al hombre que no me amaba a mi, por qué conocía personas que después abandonaban mi vida sin decirme ni un adiós, por qué entregaba mucho de mí sin recibir nada a cambio, por qué me encontraba sola, sin un hombro al que llorarle mis penas de amor, por qué era feliz y triunfante en unas cosas y tan infeliz y fracasada en otras, ya estaba cansada de repetirme todo tiene su razón, quería saber ya ese motivo, quería que alguien me hablara, nadie lo hacía, solo mi voz mental, que me decía, todo pasará y después te reirás y ahora qué, ahora mismo sufría, ahora lloraba y no podia parar, habia perdido otra vez y no tenía consuelo, me sentía sola rodeada de miles de personas, el silencio me inundaba entre gritos y risas a mi alrededor, mis lagrímas me ahogaban y mi corazón estaba apretado, comprimido, pobrecito lleno de heridas, por mi mala cabeza quizás, el sufría por mi causa, por poner los ojos en quien no debía, por entregarlo sin su autorización.
Ahora debía recuperarme, sin las fuerzas suficientes para lograrlo, debía salir de mi tristeza cuando solo quería encerrame en ella, debía volver a pelear una batalla, cuando solo quería rendirme. Sabía que era fuerte, pero estaba herida, muy mal herida, una llaga tras otra en el mismo lugar; el corazón.
Los recuerdos me invadían, el rencor me envenenaba, la ira me hacía pensar cosas que ni en mi imaginación creí que existían, volvía atrás y seguía aferrada a algo que luchaba por safarse de mi, tenía sentimientos encontrados, amor-odio, me asustaba el hecho de verme en completa soledad, me decía has entregado tanto, has amado tanto y continuas sola, lamentando tus penas de amor; lloré más fuerte y corrí sin rumbo, necesitaba alejarme y caí, quedé sobre mis rodillas con las manos en el piso, desconcertada...pude percatarme que era el momento de reaccionar, yo sufría y todo mi alrededor seguía su curso, nada se detuvo a esperar que yo me levantara, nadie se dió por enterado de que mi llanto era inconsolable, descubrí que era mi vida, solo mía y que si yo no me daba una respuesta nadie lo iba hacer por mí, cada quién tenía sus propios problemas, sus propias penas de amor y yo debía ver que hacía con los míos, de repente escuche un ruido sordo en mi cabeza, fuerte, fastidioso, ensordecedor, me sentí nerviosa, enojada, quité mis manos del piso, las limpié y sacudí mis rodillas, me pasé las manos por la cara y traté de quitar todas las lágrimas que cubrían mi rostro hasta el cuello, volví a escuchar esa voz en mi interior que me decia"viste te dije que lloraras, que debías desahogarte, lo hiciste ahora levantate y mira hacia delante, te queda un largo camino por descubrir, ya sabes una cosa más de la vida y es que no todo tiene que salir como tu piensas que es lo correcto, existe un ser superior que sabe lo que es bueno para ti y él también se encarga de que en algún momento te des cuenta del verdadero resultado de las ocurrencias de la vida"
Me sentí fuerte, restaurada, avasalladora, junte mis manos y dí gracias a mi voz interior por no abandonarme y me encomendé una vez más a mi Ser Superior por mostrarme el camino de viaje por esta vida, con obstáculos que debo superar y experiencias que acumularé...dolorosas pero enriquecedoras, felices llenas de ese misterio que me hace amar más mi existencia...algo aprendí...me servirá por el resto de mi pasaje terrenal...